El otro día vi la película “No mires arriba”. No voy a hacer spoiler, solo comentar que se trata de una crítica, en tono de comedia, sobre la posverdad. Muy en boga estos tiempos.
De todo el metraje, lo que más me quedó grabado fueron tres palabras: “Lo teníamos todo”.
Cuando miramos a nuestro alrededor y vemos en qué se está convirtiendo nuestra sociedad, llena de miedos, de no verdades o de medias verdades, sobresaturada de información, sin un significado que nos provea de paz, abocada al yo, o al autoconocimiento malentendido, y desprovista de los signos que la hacen humana; me pregunto si no llegará el momento en que la frase “Lo teníamos todo” sea lo primero que nos venga a la cabeza.
Esta época nos debería servir para valorar lo que tenemos, lo que hemos conquistado a lo largo de décadas, de siglos, a través de miles de años de pura supervivencia. Darnos cuenta de que sin el otro somos muy poca cosa. Para ser conscientes de que no necesitamos mucho para estar bien. Y dar gracias por la gran suerte de, simplemente, existir.
Somos parte de un todo, por mucho que nos empeñemos en lo contrario. Nuestras decisiones y las decisiones de los demás, nuestros valores y los valores de los demás, nuestras vivencias y las vivencias de los demás, son compartidas. Siempre.
Viajamos en la misma nave, un esferoide oblato, que va dando vueltas en un inhóspito universo, a merced del más puro azar.
Quizás valga la pena pensar en “Lo tenemos todo”, para que no se convierta en “Lo teníamos todo”. Quizás.
by Txema Morales. Escritor y Coach.
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