Las personas no son sabias por su edad, por sus conocimientos o por sus vivencias. Las personas son sabias por lo que nos cuentan. Quizás sea una suma de todo, o quizás, de alguna manera, todos tengamos algo que contar.
Hace poco, dando un paseo con mi hija, en un día algo movido, me dijo una frase: "Papa, tu siempre vas la vida como si llevases unas gafas con niebla, y así no te brillan los ojos".
Estas palabras me las estaba expresando no solo mi hija, sino una persona que disfruta de sus estudios, de su vida, de sus sueños, una persona que vive el presente y mira al futuro con entusiasmo.
Al final lo que cuenta no son los años de tu vida, sino la vida de tus años. Abraham Lincoln.
Eso me hizo pensar en la gran diferencia que existe entre entender los conceptos y ponerlos en practica. Los conocimientos sobre los que escribo ella los aplica de forma diaria, no le es necesario razonar sobre ellos. En cambio yo estoy en ese punto en el que tengo que debo asimilar la teoría para poder ponerla en práctica.
Es fácil entender a Epicteto cuando nos dice, "No son las cosas que nos pasan las que nos hacen sufrir, sino lo que nos decimos sobre estas cosas", pero puede convertirse en una ardua tarea aplicarlo en nuestro día a día.
Por eso es importante empezar a practicar en las cosas sencillas. Estar atentos a nuestras reacciones y a nuestros pensamientos cuando lo que nos afecta tiene una importancia relativa. De esa forma podremos sacar un poco de esa bruma en nuestras gafas vitales y descubrir la luz que se oculta tras ella.
Será la forma de dejar de intentar entender y desear cambiar. La forma de parar, mirar la perspectiva con la que miramos la vida, y por fin, ahora sí, cambiarla.
by Txema Morales. Escritor y Coach.
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