Ningún gran inquisidor tiene preparadas torturas tan terribles como la angustia; ningún espía sabe cómo atacar con tanta astucia al hombre del que sospecha, escogiendo el momento en que se encuentra más débil, ni sabe tenderle tan bien una trampa para atraparlo como sabe hacerlo la angustia, y ningún juez, por perspicaz que sea, sabe interrogar y sondear al acusado como lo hace la angustia, que no lo deja escapar jamás, ni con distracciones y bullicio, ni en el trabajo ni en el ocio, ni de día ni de noche. Soren Kierkegaard, El concepto de la angustia (1844)
Con este párrafo comienza Scott Stossel a adéntranos en su mundo. Aquellos que hemos sentido la ansiedad, el pánico o la depresión en nuestras propias carnes nos veremos inmediatamente reflejados.
En el libro combina la historia vital de Scott, llena de ansiedad, trastornos fóbicos e inseguridades, desde su más tierna infancia, con un repaso a las ciencias que han tratado de dar respuesta a estos males que afligen a la humanidad.
Todo se puede tomar de un hombre, excepto una cosa: la última de las libertades humanas, elegir la actitud de uno en cualquier conjunto de circunstancias, elegir el propio camino. Viktor Frankl
Psicología, psiquiatría, filosofía, historia, neurología, genética, ensayos literarios, humor, biografías. Datos, estudios y pensamientos que nos permiten tener una perspectiva diferente, quizás no esperanzadora completamente, pero que finalmente acaba ofreciéndonos una pieza básica para alcanzar la paz que buscamos, la resiliencia.
He tenido la suerte, así lo pienso, de vivir los cambios que se produjeron, en la década de los 80 y 90 del siglo pasado, y en la primera década del nuevo siglo, en las prescripciones psicofarmacológicas y en las técnicas de tratamiento psicológico para paliar o curar, los trastornos de ansiedad y depresión. En ese sentido, la lectura del libro me ha permitido ser más consciente de mi historia.
Creo que este es un libro indicado para los que ya han pasado o están pasando por el proceso de domar a algunos de sus demonios. Su primera lectura no la recuerdo, lo encontré hace poco criando polvo en una estantería de casa, pero seguramente me impulsó la búsqueda de una solución a mis males. Lo debí abandonar a media lectura sumido en más dudas que respuestas. Ahora, en esta segunda revisión, he podido ser más objetivo.
Todo hombre, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro. Santiago Ramón y Cajal
Como el autor, yo también he llegado a la conclusión de que a pesar de nuestra genética, el entorno, los traumas y las experiencias vitales, existe algo en nosotros que nos proporciona la posibilidad del cambio, de la adaptación y de la liberación.
by Txema Morales. Escritor y Coach.
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